El
cantante se dirigió a un baño portátil y al encontrarlo cerrado, empezó
a tocar con verdadera desesperación para que quién estuviera adentro se
diera prisa, cosa que no sucedió.
Harry empezó a cruzar la
pierna, a poner las manos entre las piernas y a bailar, hasta que la
puerta del baño se abrió y quién salió fue su compañero Niall Horan.
Por
supuesto que mientras Harry pasaba este momento tan incómodo, los
gritos de ¡Harry!, ¡Harry!, de todas sus fans que estaban en el lugar lo
ponían más nervioso.
Gracias a un guardia de seguridad que estaba presente, Harry pudo entrar al baño y al salir, irse corriendo.
Seguramente
el cantante de One Direction, nunca se imaginó que viviría un momento
tan incómodo y además en frente de muchas de sus fans.
muy lindo en el
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