Harry, fue
agredido por una fan durante su concierto en Glasgow (Escocia) al
lanzarle ésta uno de sus zapatos, el cual fue a parar a las partes más
"sensibles" del cantante.
El fuerte impacto del objeto provocó un dolor tan insoportable en
Harry que no pudo levantarse del suelo durante varios minutos y
tuvo que ser socorrido por sus compañeros de grupo y miembros del staff.
Poco después, Harry pudo retomar el concierto sin mayores problemas.
Si normalmente los miembros de un grupo están preparados para un
aluvión de objetos por parte de sus fans, los One Direction,
nunca hubiesen esperado que esta vez fuese un zapato el “regalo” que
Jade Anderson, fan de la banda y culpable del incidente, elegiría para
mostrarles su aprecio.
Jade Anderson, de 14 años, pidió disculpas posteriormente al
reconocer en Twitter que ella había sido la que arrojó el zapato.
Anderson se excusa y dice que fue un "impulso" y que no tenía la
intención de hacer daño a su ídolo, sino que solo pretendía que
"cualquier cosa pudiese tocarle". La seguridad del evento sacó
inmediatamente a la niña del recinto, pero tras recuperarse, Harry y
Niall intercedieron para que ésta pudiese volver.
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