El otro día, los chicos, dieron otro concierto en Australia. Durante la prueba de sonido, había dos fans (las protagonistas de la historia) en primera fila; una era mayor e iba con su hermana, que era pequeñita.
Harry se fijó en la niña pequeña que estaba llorando y le tiró la toalla. Después del concierto, repentinamente, un hombre se seguridad le dijo a la chica mayor que le acompañaran y ellas pensaron que se habían metido en un lío. Les llevó al backstage y les dijo que alguien quería verles y fue cuando salió Harry. La niña pequeñita comenzó a llorar; luego se hicieron fotos y le firmó la toalla que le acaba de tirar, además de cambiarles las entradas a unas mucho mejores.
La chica mayor, compartió en Twitter la historia completa :)
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