Capítulos 38 y 39 :)

Queridos lectores de nuestra novela; estos dos capítulos son un poquito más largos ya que estamos en Navidad, este es "nuestro regalo". Esperamos que os gusten y gracias por leer la novela, nos encanta que nos comenteis que os gusta :))

(Para leer los capítulos anteriores, click aquí) 

CAPÍTULO 38

Narra Helena

Marta y Harry ya llevaban unos 20 minutos ahí arriba. Al principio habíamos oído a Marta gritar, pero ya hacía bastante rato que no se oía nada. Ojalá lo hubieran arreglado y ya todo volviera a ser como antes.

Zayn seguía allí con nosotros contándonos miles de anécdotas que les habían pasado con fans. Nos reíamos a carcajadas con sus historias, era genial saber esas cosas que, a veces, llegaban a ser hasta ridículas.

Cuando bajaron Marta y Harry de la mano, todos supimos que lo habían arreglado. Harry me miró y me hizo un gesto con la cabeza y yo le sonreí. Estaba muy contenta por ellos, hacían muy buena pareja. Pasamos un rato todos juntos y ya, por la noche, los chicos se fueron a casa ya que los demás les esperaban. 

Narra Liam

A la mañana siguiente nos levantamos temprano porque teníamos que ir a Manchester a hacer una entrevista con una radio de allí, ya que habíamos retrasado todas las entrevistas hasta que Zayn estuviera recuperado, aunque aún no lo estaba totalmente.

No avisamos a las chicas de que nos habíamos ido porque supusimos que estarían dormidas. El día no estuvo mal, en la entrevista nos divertimos bastante y por la tarde al volver, fuimos directamente a Staffordshire. Estuvimos todos jugando a la Wii y pasando un buen rato y ya, por la noche, para celebrar que todo se había arreglado y que Zayn estaba bien, decidimos ir a una discoteca de Leeds. 

Narra Niall

Nos lo estábamos pasando muy bien todos juntos. Nadie estaba bebiendo demasiado ni comportándose mal; se planteaba una noche perfecta.

Cuando estábamos bailando, Harry y yo fuimos al baño. A la salida, se encontró con una chica rubia. No sabía quién era, supuse que sería alguna conocida, pero cuando vi que Harry la intentó evitar, me imaginé que sería Patricia.

Yo los dejé hablando y me fui con el resto. Noté que Marta buscaba a Harry con la mirada y les empezó a preguntar a todos. Yo le dije que no sabía donde estaba, no quería causar problemas. 

Acto seguido, apareció Harry por detrás de mí como si no hubiera pasado nada y siguió bailando.

-Tío, Patricia no me deja en paz. Cada vez que la veo quiere darme un beso y me agarra para que no me vaya-me dijo al oído.

-Pasa de ella o dile algo-le dije.

-Ya le he dicho que me deje tranquilo. Hoy me ha llamado bastantes veces para ver que hacía y ahora que me ha visto aquí, seguro que se vuelve a acercar.

-Harry, ¿y para qué le das tu móvil?

-Ese es el problema Niall, que no sé de dónde lo ha sacado. Supongo que se lo daría yo cuando estaba borracho, no sé… pero bueno, de todas maneras voy a alejarme y no le voy a contestar a nada porque si Marta me ve con ella puede que le vuelva a hacer daño.

 

Narra Marta

Seguíamos en aquel lugar pasándolo estupendamente juntos. Me llevó un rato encontrar a Harry, no sabía donde se había metido pero finalmente apareció por detrás de Niall y me sonrió como para tranquilizarme. Cuando acabó de hablar con Niall, se acercó y me besó como nunca. Yo solté una carcajada y él me retiró el pelo de la cara besándome de nuevo.

Se me acabó la copa, así que le dije a Lidia de ir a por otra. Para mi sorpresa, cuando fui hacia la barra vi una cara que me resultaba familiar, pero no recordaba de qué. Le dije a Lidia que la mirara disimuladamente, se giró y puso cara de asco, volvió de nuevo la cabeza mirándome y me dijo seriamente.

-Es Patricia.

No sé cómo reaccioné pero por dentro tenía rabia, rabia que iba a sacar en cualquier momento. Al ir hacia el lugar donde estaban todos, no pude evitar la reacción al pasar al lado suyo y como estaba haciendo el tonto, se chocó conmigo e hizo que se me cayera medio vaso. Me miró con cara de perro, iba un poco borracha, se le notaba a leguas.  Me reconoció al momento y me empezó a gritar que Harry era suyo. No quería seguirle el juego, así que hice como si no me importara y seguí hacia el lugar donde estaban los chicos. 

No quise comentar lo que acababa de suceder pero Patricia, a partir de ese momento, no paraba de acercarse a Harry mientras me miraba fijamente e intentando picarme. Pasé de ella y de todos sus juegos hasta que delante de mi cara, intentó besar a Harry.

Todos me miraron con la boca abierta y yo en un impulsó, fui hacia ella con intención de partirle la cara, pero Helena me paró muy enfadada. 

Salí del bar con las chicas pero ella me siguió y me agarró del brazo bruscamente. Se podría decir que me había estado conteniendo todo el rato y que por eso me iba, pero esa insolencia, me hizo volver a retomar mi actitud de hace unos meses, esa rebeldía, esa furia contra los demás… a la vez que me giraba, levanté el brazo y le di un puñetazo. No sabía que me había pasado pero me sentí bien, más relajada. Ella me empujó iniciando una supuesta pelea, pero en ese instante le grité que no quería hacer una montaña de un grano de arena y que si es lo que quería, que me encontraría.

Se giró y se fue. Creo que se asustó. Yo estaba demasiado seria como para que me tomase a broma y, sinceramente, fue lo más sensato que pudo hacer. 

CAPÍTULO 39

Narra Sara

A Marta se le veía muy alterada. Se contuvo e hizo bien, menos mal que Patricia se fue. Entre Lidia y yo cogimos a Marta y la llevamos al baño, allí se calmaría un poco. Habíamos perdido a Helena de vista desde que había acabado la pelea, no sabíamos donde se había metido.

Cuando salimos del baño con Marta algo más calmada, nos sentamos a esperar a los demás. Al cabo de unos minutos se acercó uno de los de seguridad. Daba bastante miedo, era enorme y tenía los brazos más grandes que había visto nunca.

-Chicas, ¿estáis bien?-dijo con voz ronca.

-Sí, sí, estamos bien-le dije.

-Ya podéis estar tranquilas, hemos echado a esa chica. No es la primera vez que bebe demasiado y causa problemas. Le insistimos que si volvía a causar alguno, la echaríamos.

-Muchas gracias-le dijimos las tres quedándonos atónitas. 

Narra Zayn

Helena, Jorge y yo volvíamos a entrar al bar, cuando Niall salía para buscarnos.

-¿Dónde estabais, chicos?-nos preguntó.

-Hemos ido a buscar a la Patricia esa…-dijo Helena decidida.

-Somos los chicos malos!-dije entre risas.

-¿Y qué le habéis dicho?-preguntó Niall.

-Que no se volviera a acercar a Harry y menos s Marta-dijo Jorge quitándome las palabras de la boca.

-Me parece perfecto, esa chica tiene pinta de problemática-dijo Niall mientras volvíamos a entrar dentro. 

Entramos y vimos a las chicas sentadas. Les preguntamos por el resto.

-Están con Harry en el baño, intentándole calmar un poco-dijo Niall.

No había acabado Niall de hablar, cuando los chicos aparecieron. Harry fue directo a Marta, le cogió de la mano y se fueron afuera, debían hablar. Los demás nos quedamos dentro comentando lo que acababa de  suceder.

Narra Marta

Harry me cogió de la mano y me llevó fuera. No había demasiada gente y hacía bastante frío. Él lo notó y me puso por encima de los hombros su cazadora.

-Lo siento Marta, se que ha sido muy incómodo. Esto me ha afectado más de lo que te crees. Nunca pensé que me iba a gustar tanto una chica, y…lo siento por no haberte salido a defender, pero no tenía valor para enfrentarme a ese grave error-me dijo mientras me cogía ambas manos y empezaron a asomarse las lágrimas por sus ojos.

Sinceramente, no sabía que decirle.  Me solté de sus manos y le di el mejor abrazo que le podía dar en ese momento, lo necesitábamos los dos. En medio de ese abrazo, empezó a sonar un móvil, el suyo. Al llevar yo su abrigo, metí la mano en el bolsillo y lo saqué. Se cayó un trozo de papel al suelo, algo que él ignoró y, mientras él hablaba, me agaché y lo cogí.

Me quede atónita, no sabía que pensar, ni que decir…ni nada. Harry acabó de hablar a los pocos minutos y me miró. Me vio allí sujetando el papel, ese maldito número de móvil de esa maldita chica a la que en esos momentos odiaba con todas mis fuerzas. Mi mano temblaba y estaba a punto de volver a estallar. 

-Esto no es nada Marta. Me lo dio Patricia y me lo metí ahí, ni siquiera me acordaba de que lo tenía-dijo quitándomelo y rompiéndolo.

-¿Y por qué lo guardabas, Harry?-le dije estallando-Si esa no te importara, lo hubieras tirado. Mira, yo ya no se qué pensar, me estás haciendo demasiado daño…

-Joder, lo sé Marta. Sé que tenía que haber tirado ese maldito papel. Si no lo hice fue porque estaba pendiente de ir lo más rápido posible al hospital para ver a Zayn. Reconozco que he sido un cabrón contigo y que no te lo mereces. Ojalá pudiera retroceder en el tiempo, Marta, pero es imposible. Yo te quiero, y sé que esto está siendo muy difícil para ti, se que si yo fuera tú, no lo hubiera aguantado. Estás siendo muy fuerte y, la verdad es que no te estoy compensando haciéndote esto. Por favor, perdóname. 

Esas palabras de Harry me llegaron, pero me había hecho realmente mucho daño y aún lo estaba asimilando todo. Me quedé callada mientras le miraba fijamente. Estuvimos un rato callados, uno enfrente del otro, sin hacer ni decir nada. 

-Harry, te quiero, lo sabes…pero ahora mismo no se qué hacer.

-Lo sé Marta,  lo entiendo perfectamente. Tómate el tiempo que sea necesario. Sea cual sea tu decisión, yo la respetaré.

Afirmé con la cabeza y como notó que tenía frío, pasó su brazo por mi hombro y me llevó dentro. Al entrar e ir al lugar donde estaban los demás, todos nos miraron y Lidia me sonrió pero yo la miré seriamente.

Harry me dio un beso en la mejilla y se aceró a los chicos. Yo fui hacia las chicas e hicimos nuestro grupito. Les conté la situación para que me dieran su opinión, yo estaba demasiado confusa.

Todas coincidieron en que Harry a pesar de lo que me había hecho, había sido muy sincero. También dijeron que todos habían estado comentando que nos queríamos mucho y que estaría mal que acabáramos con nuestra relación.

Estaba hecha un lío porque  chicos como él no se encontraban todos los días. Una parte de mi cerebro me decía que seguro que me lo volvía a hacer, era mi parte desconfiada. Pero la otra, la más convincente me decía que le diera una oportunidad. Finalmente tomé yo sola mi decisión, gustase o no, era yo la que tenía que decidir y así lo había hecho.